Identificar al beneficiario final es un paso vital para garantizar la transparencia en las operaciones y prevenir fraudes y otros delitos financieros. Sin una correcta identificación, los Sujetos Obligados corren el riesgo de involucrarse en actividades ilícitas, incluso de forma involuntaria, lo que puede generar multas, sanciones y un daño irreparable a su reputación.
En este artículo te explicaremos qué es un beneficiario final, cómo identificarlo correctamente y por qué esta medida es crucial para evitar riesgos en tu negocio.
¿Qué es un beneficiario final?
El beneficiario final es la persona física que ejerce el control efectivo o es el propietario último de una persona jurídica o entidad sin personalidad jurídica, o que tenga como mínimo el 20% de capital de dicha persona jurídica. Según la Ley 155-17, también se considera beneficiario final a la persona en cuyo beneficio se realiza una transacción, aunque no figure como el titular o controlador formal de la operación.
Esto significa que, aunque una empresa pueda estar a nombre de otra entidad o persona, es esencial identificar quién realmente se beneficia de las actividades económicas o quién controla los fondos y activos que se están manejando. Ignorar este paso puede permitir que los delincuentes escondan su identidad detrás de estructuras corporativas complejas.
¿Por qué es vital identificar al beneficiario final?
- Evitar la participación en esquemas ilícitos: Las estructuras corporativas opacas son un mecanismo común para ocultar los verdaderos propietarios de empresas involucradas en lavado de dinero, corrupción o financiamiento del terrorismo. Si no identificas correctamente al beneficiario final, podrías ser parte de estas actividades sin saberlo.
- Cumplimiento normativo: La Ley 155-17 prohíbe a los sujetos obligados abrir cuentas o prestar servicios a clientes que usen nombres falsos o anónimos. No cumplir con la obligación de identificar al beneficiario final se considera una infracción muy grave, que puede resultar en sanciones administrativas significativas.
- Transparencia y confianza: Identificar al beneficiario final aumenta la transparencia de las operaciones y fortalece la confianza en las relaciones comerciales. Los clientes, socios y reguladores prefieren trabajar con empresas que cumplen con los más altos estándares de compliance.
¿Cómo identificar al beneficiario final?
Existen diversos mecanismos y buenas prácticas que las empresas pueden implementar para identificar de manera efectiva al beneficiario final. Aquí te mostramos algunos pasos clave:
1. Conozca a su Cliente (KYC)
El proceso de Conozca a su Cliente (KYC) es fundamental para garantizar la correcta identificación del beneficiario final. Debes verificar la identidad no solo del titular de la cuenta o del representante legal, sino también de las personas físicas que tienen control directo o indirecto sobre la entidad o transacción.
Tip práctico: Utiliza herramientas tecnológicas avanzadas como ComplianceX que automatizan la verificación de clientes, comparando nombres contra listas de sanciones internacionales, como la de las Naciones Unidas, OFAC o INTERPOL, y revelan quién es el verdadero beneficiario detrás de cada transacción.
2. Solicita documentación de respaldo
Es crucial obtener documentación sólida que demuestre quién es el verdadero propietario o controlador. Entre los documentos más comunes se encuentran:
- Estatutos sociales
- Certificado de registro mercantil
- Registro nacional de contribuyentes
- Actas de asambleas que designen a los representantes y firmantes
- Documentos de identidad de los accionistas, consejeros/directivos, firmantes
Tip práctico: Asegúrate de que toda la documentación sea verificable y provenga de fuentes confiables. No te conformes solo con los documentos básicos, ve más allá y obtén toda la información que permita identificar al beneficiario real.
3. Verificación continua
La identificación del beneficiario final no es un evento único; es un proceso continuo. Es fundamental realizar un monitoreo constante de las transacciones para identificar cualquier cambio en la estructura de propiedad o control que pudiera sugerir un intento de ocultar actividades ilícitas.
Tip práctico: Establece alertas automáticas que te permitan actualizar la debida diligencia de estos clientes a finde determinar si ha habido cambios en las estructuras de propiedad, como la venta de acciones o cambios en la dirección. Herramientas como ComplianceX pueden facilitar este monitoreo en tiempo real.
Consecuencias de no identificar al beneficiario final
Las consecuencias de no cumplir con las obligaciones de identificar al beneficiario final pueden ser graves:
- Sanciones administrativas: La Ley 155-17 clasifica la falta de identificación del beneficiario final como una infracción muy grave, lo que puede resultar en multas elevadas o incluso la pérdida de licencias para operar.
- Daño reputacional: La falta de transparencia en la identificación de los beneficiarios finales puede afectar gravemente la reputación de la empresa, haciéndola parecer cómplice de actividades ilegales.
- Pérdida de oportunidades comerciales: Hoy en día, los socios comerciales y los clientes prefieren trabajar con empresas que se adhieren a los más altos estándares de compliance. No cumplir con estas normativas puede llevar a la pérdida de oportunidades de negocio.
¿Cómo se incluye a una persona en una lista de sanciones?
Es importante entender cómo las listas de sanciones internacionales pueden afectar la identificación de los beneficiarios finales. Si un cliente o beneficiario final está incluido en una lista de sanciones, como las emitidas por la ONU, OFAC o INTERPOL, las empresas deben congelar inmediatamente sus activos y reportar el caso a las autoridades competentes, según lo estipula la propia la Ley 155-17.
Los motivos más comunes para que una persona física o jurídica sea incluida en una lista de sanciones incluyen:
- Involucramiento en actividades terroristas o financiamiento del terrorismo.
- Participación en tráfico de drogas, corrupción o lavado de dinero.
- Violaciones graves de derechos humanos o proliferación de armas.
Proteger tu negocio comienza por saber con quién estás trabajando realmente. Asegúrate de tener un programa de compliance sólido que te permita identificar y verificar a los beneficiarios finales de manera eficaz.
